Rambleta killed the radio star: una mañana con la vanguardia del videoclip

Cuatro creadores valencianos sintetizan el espíritu de los nuevos tiempos en el vídeo musical

Los que estuvieron: Ferran Toledo, de Kill the TV, Antoni Sendra, que es también Podenco; Pepe Ábalos, es decir Uranes Films; y Jonathan Cremades, que es Jonathan Cremades. Los cuatro se inscriben en dos generaciones de realizadores valencianos que están estirando de los límites de la disciplina hasta casi deshilacharla.

Los que no estuvieron, pero flotaron por la sala: Michel Gondry, Spike Jonze, Canadá, y otros muchos. Nombres de directores (ahora de cine) y productoras de vídeos musicales que han mezclado y remezclado en las probetas hasta hallar algunas de las sustancias más lisérgicas y alucinantes del formato.

Todos esos nombres se entretejieron en una nueva edición de Els matins de Rambleta, la iniciativa de Rambleta y Caixa Popular que concentra las propuestas emergentes más interesantes made in Valencia. Solo hacía falta dejarse llevar por las muestras de trabajo de los protagonistas del encuentro para detectar que ahí hay un talento lúcido y en cierta manera ingobernable: el vídeo de Mi revólver (Lanuca) de Cremades, el de Jodidamente loco (Los Bengala) firmado por Kill the TV, y las píldoras alucinógenas de Podenco y Ábalos.

Dinamita audiovisual cuya cuenta atrás se inició en València en un contexto cruelmente apropiado, como reconocían los autores: el páramo que dejó la caída de la televisión pública, los creadores rompiendo nuevas ventanas para realizar su oficio, el talento voraz abriéndose camino, como velocirraptores en Parque Jurásico. Coincidían los cuatro en que el videoclip es, la mayoría de veces, una manera de experimentar y de exponerse, de situarse en el escaparate, para realizar otros proyectos con presupuestos más holgados. El videoclip otorga prestigio y satisface la curiosidad del artista, pero se mantiene en un plano precario económicamente.

Por eso se impone agudizar el ingenio y voltear el lenguaje, en busca de nuevos hallazgos: “echadle un ojo a los making of de los grandes videoclips y veréis cómo se moldean ideas con tan pocos recursos, con resultados impresionantes”, animaba Sendra, realizador que cuenta entre su cartera de clientes a Green Day o Joaquín Sabina. Lo ha conseguido, como sus compañeros, con una mezcla de tesón, inventiva y una desarrollada estrategia en internet, ese territorio selvático donde es fácil estar, pero enormemente complejo sobresalir.

Los cuatro forman parte de generaciones consecutivas de realizadores. Toledo, el más veterano, salió escarmentado de la televisión y de ahí nació su estímulo creativo. Para Ábalos y Cremades la situación es inversa: crecieron sin el apoyo de una televisión propia y aprendieron a nadar solos. Ahora, el resurgimiento del ente público los reclama como creadores punteros.

Sendra, o Podenco, dio un último latigazo a la imaginación de los asistentes, la mayoría estudiantes de distintas ramas del audiovisual: “Si tenéis una idea, no os lamentéis por los recursos que os faltan para llevarla a cabo. Simplemente hacedla, como sea”.